Se engloban es este apartado los aparatos eléctricos y electrónicos o sus componentes, consumibles y subconjuntos, procedentes tanto de hogares particulares como de usos profesionales, a partir del momento en que pasan a ser residuos.

No se pueden arrojar a la basura, sino que deben ser recogidos de manera selectiva por un gestor autorizado.

El principal problema que afrontamos en la gestión de los residuos es la presencia de sustancias potencialmente contaminantes si no se someten a los adecuados procesos de descontaminación.

Los RAEE’s pueden contener sustancias peligrosas, como el cadmio, mercurio, plomo, arsénico, fósforo, aceites peligrosos y gases que agotan la capa de ozono, perjudiciales para la salud y el medio ambiente.

Una vez recogidos los RAEE los trasladamos a las distintas plantas de tratamiento en función de las necesidades específicas para la separación de los diferentes componentes. Se aplican distintos métodos de reciclaje según las características de cada residuo. Los recursos (materiales y componentes) aprovechables serán de nuevo utilizados convirtiéndose en un claro ejemplo de aplicación de la economía circular.

Existen 7 categorías de aparatos Eléctrico y Electrónicos, y las gestionamos todas: